Canosa Reloaded: la periodista más filosa de la pantalla vuelve con todo

Viviana Canosa siempre fue de las que no se callan ni abajo del agua. Lengua filosa, mirada firme y ese tono de mina que te dice las cosas como son, aunque duelan. Y ahora parece que vuelve al ring. Después de su paso por El Trece con Viviana en Vivo, que duró apenas tres meses, la colorada del prime time estaría lista para calzarse otra vez los tacos y volver al ruedo. Como dice el dicho: “podés amar a Canosa o putearla, pero ignorarla, jamás”.

Según trascendió, la periodista recibió una propuesta formal para sumarse a El Nueve con un formato político que saldría al aire a las 23.00, horario de guantes puestos y rating caliente. Otros dicen que podría reemplazar a Florencia de la V en Los Profesionales de Siempre. O sea, el pase sería de alto voltaje, de esos que hacen ruido en todos los pasillos de la tele.

Canosa ya había tenido charlas con C5N, pero parece que el Nueve la seduce más. Y claro, si algo sabe Viviana es reinventarse. Viene de años turbulentos: se fue de A24 denunciando censura, abandonó El Observador, salió de LN+ y hasta le dijo chau a Radio Rivadavia. En todos los casos, salió con la cabeza en alto y una frase que ya es parte del inconsciente colectivo argentino: “Yo no me vendo. A mí no me aprietan”.

En su despedida de El Trece, allá por julio, la periodista fue pura emoción. “Me sentía rara, triste, era un duelo… no tenía la fuerza suficiente para seguir”, confesó en vivo, dejando al canal con la sonrisa congelada. Pero fiel a su estilo, cerró con un golpe de efecto: “Si hubiese sido tibia, este programa duraba más. Pero soy Viviana Canosa, y soy intensa”. Y ahí nomás, micrófono abajo, luces fuera y chau chau adiós.

Ahora, con su streaming andando dos veces por semana y varias ofertas sobre la mesa, parece que el regreso a la tele grande es cuestión de tiempo. Y no sería cualquier vuelta: Viviana quiere hablar de política, de las cosas que “realmente importan”, y no de Wanda, Susana o el último escándalo de la farándula. “Tengo ganas de hablar de lo que duele, de lo que pasa en serio”, dijo.

Y si algo sabemos los argentinos es que cuando Canosa dice que tiene ganas de hablar, más vale preparar el mate y sentarse. Porque puede salir cualquier cosa.

La tele la extraña, los productores la quieren de vuelta y los espectadores —aunque renieguen— la van a mirar. Porque Canosa, como Maradona, tiene eso que pocos logran: siempre vuelve. Y cada regreso suyo, Gonza, es un nuevo capítulo del archivo nacional, con olor a estudio de Crónica, luces de América y gritos de “¡dejame hablar, por favor!”.

El tiempo dirá si esta vez es la revancha o la última función. Pero una cosa es segura: cuando Viviana Canosa entra al aire, nadie queda indiferente.