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La diputada provincial de Santa Fe criticó el hostigamiento sistemático ejercido por el Presidente contra Lali Espósito. “Pensé que el Papa le había dado una clase de grandeza y amor”, ironizó.
“Ella empezó…”, con esta breve frase propia de un menor de 7 años que le pegó a otro chico en medio de un berrinche, explicó Javier Milei su hostigamiento sistemático, tanto en declaraciones públicas como en las redes sociales, a Lali Espósito.
Este parece ser el signo de la violencia ejercida por el Presidente contra todo aquel que formule críticas a su gestión… O, mejor dicho no a todo aquel, porque Milei se ha ensañado especial y particularmente con la cantante, compositora y actriz.
Raperos como Dillon, rockeros como Ricardo Mollo y bandas como La Renga y Las Manos de Filippi -que le dedicó una canción- lo criticaron, pero el mandatario solo ataca a Lali, lo que revela una importante dosis de misoginia en su modus vivendi y operandi.
Hasta Amalia Granata, modelo y actual diputada provincial en Santa Fe, se hizo eco de la gravedad del hostigamiento ejercido por el Presidente y la misoginia implícita. “Solo espero que la misoginia de algunos se pueda curar con inteligencia y nobleza”, pidió al mandatario.
“No consumo la música de Lali Espósito y creo estar en las antípodas ideológicas con ella, pero estigmatizarla y marcarla como lo está haciendo Javier es copiar un modelo del cual él dijo venía a combatir”, publicó la activista “provida”.
En ese sentido, reflexionó: “Pensé que el Papa le había dado una clase de grandeza y amor al prójimo, y que gobernaba para TODOS no solo para los aplaudidores de turno, que a la larga te dañan y no sabes cuánto!”, tuiteó Granata.
